viernes, 17 de junio de 2011

Tengo una cosita nueva

Una cosita nueva que es chula chulísima y con la que le voy a dar una envidia terrible a mi hermana, aunque lo primero que he hecho son unos pajaritos, y ella, la pobre, sigue con su ornitofobia.
Podría deciros lo que es, pero no lo haré de momento. Chincha rabiña. Sólo doy una pista: es una herramienta nueva, cursi y rosa, que sirve para hacer... ¡de todo! Daré más detalles cuando pueda enseñar mi primera obra, que, si me sale bien, será el regalito que lleve Falu a sus colegas de la guardería.
A todo esto, hay que elegir qué día será todo eso, porque como nació en pleno verano, si me descuido se queda sin su corona en el cole. Y eso no puede ser. Deningunadelasmaneras.

Estas tan monas las he encontrado en una web a la que hay que echar un vistazo


Todavía recuerdo el calor que pasamos aquél verano. Nosotros, que somos más chulos que un ocho, o que un ochentayocho, no teníamos aire acondicionado en casa, porque "no nos hacía falta". Y recuerdo pasar las últimas tardes de junio y las de julio en casa de mi tía, que era la única que me dejaba poner el aire acondicionado a 17º. Cuando nació la niña, no tenía ni una semana, nos mudamos a casa de mis suegros: una noche a las tres de la mañana, con la niña berreando cual gorrín en el matadero, nos dimos cuenta de que se estaba achicharrando. Llamamos a mis suegros y pasamos a su casa, los tres en pijama, porque ellos SI tenían aire acondicionado. Creo que El Corte Inglés batió sus propias marcas en instalación de aparatos del miedo que debió dar Papío cuando decía "No podemos dormir, tenemos un bebé de una semana, y, o vienen mañana, O LES PASO A MI MUJER".  No pienso volver a parir en verano. Deningunadelasmaneras.


¡Por cierto! No había contado que Papío se ha hecho daño en una mano. Se ha roto el "quinto metacarpiano", que aunque suena a quinto pino, está en la planta de la mano mismo. Pobre. Y justo cuando hacía un par de semanas que le habíamos dado al alta a la Yaya después de su operación de juanetes, aparece Papío con un garfio en la mano izquierda. A la pobre le da miedillo y todo. "Pobe papío", dice. El primer día lo de pintar un pato en el vendaje le pareció perfecto, pero ya no tanto si había que acercar la mano al garfio en cuestión y hacer curasana, y ni hablar del besito. Pobre Papío. Ahora ya no lleva escayola, pero aún así le duele. El lunes nos dirán si le tienen que operar. 

Esta no es su mano, pero la suya da el mismo miedito




3 comentarios:

  1. Mis condolencias a ese Papío que no conozco aún. ¿No era que se metía "la pata"? ¿Dónde fue a hacer lo im-propio con la mano? Pobre papío.

    Falu, ¿en el extrafísico nadie te contó que los veranos en la tierra no son nada buenos para venir a nacer? Ni con A/A, que luego te suda la conciencia... como un pollo.

    ResponderEliminar
  2. Por alguna razón que se me escapa no termino de visualizar en la pestaña de los comentarios que aquí hay por lo menos uno. Con éste, dos.

    ResponderEliminar
  3. Pobre Papío.. que se mejore prontito.

    ResponderEliminar