martes, 5 de febrero de 2013

No sé si me he dado un golpe

Sí, sí. Ya sé que soy más poco constante que poco constante. Ya sé que al final me pasará como en el cuento de Pedro y el Lobo, que cuando diga "sí, sí, ahora sí que sí", nadie se lo creerá. Pero es que no me da la vida para más. Tengo mil novedades y tengo que ir encajándolas poco a poco, dando a cada cosa su espacio y organizándome el tiempo para llegar a todo. Si tenéis paciencia, un día, no sé cuál, os encontraréis leyéndome todas las semanas. Si todo va bien.

Por lo demás todo va bien, Falu con un poco de pelusilla, y Sally divertidísma, pero con mucho carácter y mucha caradura, que no sé si son la misma cosa o no. Ya tiene un año y cinco dientes, que además le han salido asimétricos. Ay de mí como herede la dentadura familiar (bueno, la de mi familia. La de su padre es envidiable).

De todas maneras, no sé si hoy es el mejor día para retomar el blog. Estoy poco inspirada y un poco obtusa. Ayer me debí dar un golpe o algo, la verdad es que no me acuerdo, pero es que es posible que no le prestara atención. La cosa es que me duele la cabeza y me mareo. Creo que estoy un poco contusa. Tendré que ir a que me vean. Afú.

Y no sé qué pasa (obtusa perdida, ya lo veis) que no puedo sincronizar las fotos del móvil con el ordenador, así que ni siquiera puedo ilustrar la entrada con una coronita o alguna cosa chula. Le diré a Papío que me lo arregle, porque además es urgente, que ya no puedo hacer más fotos con el móvil porque tiene la memoria llena ("¿Y para qué quiero yo un móvil con tanta memoria?" Le dije yo cuando me lo regaló).

Ay. Mi cabeza.



1 comentario:

  1. Te diría tantas cosas que sólo voy a decirte una: no dejes de escribir. Es cuando más tú eres.

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